QUIÉN SOY
Mi nombre es Alfonso Mejía
No llegué aquí por casualidad...
Llegué porque me rompí. Porque en algún punto de mi vida, el dolor me arrodilló, me obligó a gritar por ayuda y mirar de frente todo lo que había evitado por años..
Fui ese hombre que sonreía por fuera y se sentía vacío por dentro. Que cumplía con todo lo que “debía” hacer, pero se sentía desconectado de sí mismo. Que amaba, pero no se amaba. Tuve que perderme para encontrarme. Y ese camino de autodescubrimiento —duro, solitario, jodidamente necesario— me transformó.
Hoy, combino mi historia con más de 10 años de experiencia como coach, mentor y facilitador. He estudiado herramientas como la Programación Neurolingüística, la inteligencia emocional y el coaching profesional. Mis intervenciones no solo vienen desde la experiencia, sino desde metodologías comprobadas que ayudan a hombres a cambiar su vida desde la raíz.
MIS VALORES
Son mi brújula. Me sostienen en el caos, me elevan en la lucha y me recuerdan quién carajo soy
PROPÓSITO
No estoy aquí para sobrevivir ni para complacer. Estoy aquí para cumplir una misión: vivir con sentido y al servicio de otros. Vine a despertar a los hombres que se han dormido en la comodidad, a recordarles quiénes son y todo lo que pueden llegar a ser. El propósito no se explica, se encarna… y el mío es servir con fuerza y dirección..
AUTODOMINIO
Si no me domino, me destruyo. Pero no soy un maestro que lo tiene todo resuelto, soy un guerrero que entrena cada día. El autodominio es un músculo que sigo fortaleciendo con cada decisión difícil, cada impulso que no obedezco y cada emoción que convierto en sabiduría. Estoy en el camino, y en el camino me forjo.
MEJORA CONTINUA
No compito con otros, compito con quien fui ayer. Cada día es una batalla por ser más sabio, más fuerte, más íntegro. No busco perfección, busco evolución. Estoy comprometido con crecer, aunque duela. Porque sólo quien mejora constantemente puede liderar con verdad.
INTEGRIDAD
No vine a jugar a ser alguien. Vine a ser yo… con todo lo que eso implica. Busco la congruencia entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago. Cumplo mis compromisos, sostengo mi palabra, y me hago responsable de mis resultados. Esa es mi forma de respeto. Esa es mi manera de honrar este camino.